En diciembre de 1869 se patentó la goma de mascar. El inventor fue un dentista de Mount Vernon, Ohio, llamado William Semple, que buscaba que la goma con sabor ayudara a que la gente mantuviera sus dientes limpios. Paradójicamente, la creación del dentista americano se convirtió en la golosina menos recomendada por la mayoría de sus colegas de todo el mundo, que consideran nocivo el hábito de masticar chicle.
Las personas han masticado diversas sustancias desde siempre para limpiar sus dientes, ayudar a la digestión, prevenir mareos o simplemente relajarse. En Suecia se descubrió un pedazo de "goma de mascar" de 9.000 años de antigüedad, en el cual aún se observa la marca de los dientes de un adolescente de la Edad de Piedra. La "golosina" era un trozo de dulce resina de abedul. Los niños han mascado gomas desde principios de la historia de la Humanidad.
En el norte de Europa se han encontrado trozos de alquitrán prehistórico con impresiones dentales humanas que datan de 7.000 a 2.000 años antes de Nuestra Era. Dichas impresiones sugieren que los mascadores tenían entre seis y quince años de edad. Los griegos masticaban resinas del árbol llamado mastic. Los indios norteamericanos masticaban la resina del abeto. Más tarde, los primeros colonos ingleses hicieron una goma de mascar agregando cera de abejas a la resina del abeto. Pero fue el dentista americano Semple el primero en patentar el chicle moderno, aunque luego otros perfeccionaron su idea y, a pesar de las críticas de los periódicos, políticos, clero y grupos de mujeres que tildaron la práctica como vulgar, la goma de mascar logró rápidamente mucha aceptación.
El chicle es una goma natural o látex, una resina lechosa que se extrae del árbol sapodilla, zapotillo o chico zapote, cuyo nombre científico es Manikara zapota y es originario de los bosques tropicales de la península de Yucatán y el norte de Guatemala. Este líquido es muy parecido a algunos pegamentos líquidos o goma de pegar. En su estado natural, el chicle casi no tiene sabor y es muy difícil de masticar. Los nativos solían recoger el látex mediante incisiones en el árbol, convirtiéndolos ellos mismos en forma de pasta, que es como se ha comercializado desde entonces y que sirvió de base para la preparación del chicle moderno. Durante la Segunda Guerra Mundial los soldados norteamericanos llevaron a Europa la costumbre de masticar chicle. Fue recién para la década del 50 que se reemplazó la resina natural por la sintética hecha en base a un derivado de petróleo de mucho menor costo. El chicle hoy es parte de los 7 mil millones de dólares en dulces, sin incluir chocolate, que se producen en Estados Unidos.
17.04 ARTICULOS DE CONFITERIA SIN CACAO (INCLUIDO EL CHOCOLATE BLANCO).
1704.10 – Chicles y demás gomas de mascar, incluso recubiertos de azúcar.
1704.90 – Los demás.
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